quinta-feira, 21 de julho de 2011

La evolución de juzgar o conocer(instructora de Método DeRose Yael Barcesat )

Repasemos las dos formas planteadas de conocer a los demás: a través de un contacto mínimo, que evidencia lo que el otro hace, o a través del cultivo de la relación por un tiempo prolongado, que deja entrever lo que el otro no hace. En algún momento la primera se transforma en la segunda.

En algunos casos, las primeras impresiones que tenemos de los otros están relacionadas con la creencia: hay una especulación sobre las características del otro para llenar los vacíos de esa percepción incipiente. Esto crea una imagen más o menos fantasiosa, causante de las más estruendosas decepciones.

Si se prestara oídos a la intuición en ese primer contacto, las evidencias que la lógica brinda no nublarían tanto nuestra interpretación, que moldea los objetos al intentar decodificarlos. Por supuesto que para robustecer la confianza en la intuición es necesario un entrenamiento disciplinado a través de técnicas específicas.

A medida que las experiencias compartidas se van sedimentando, esa especulación va dando paso al conocimiento que, como se mencionó en el artículo anterior, probablemente esté más relacionado con lo vacío que con lo lleno. Para perfeccionar esta fase es preciso desarrollar una virtud preciosa: la tolerancia, aceptar al otro tal como es.

El escritor DeRose es enfático en relación con este punto: [..] la solución no es quejarse de las personas y de las circunstancias para intentar cambiarlas, sino educarse a sí mismo para adaptarse. La actitud correcta es dejar de querer infantilmente que las cosas se modifiquen para satisfacer a su ego, y modificarse a sí mismo para ajustarse a la realidad. Eso es madurez.

Así, cada forma de trabar contacto con el otro es la semilla de dos ricos frutos, la intuición y la tolerancia
instructora de Método DeRose Yael Barcesat

Nenhum comentário:

Postar um comentário